Todos los spots de las Europeas, aquí
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25 de julio de 2014
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El 25 de mayo de 2014 los ciudadanos españoles eligieron sus representantes para el Parlamento Europeo. Cinco años después de la anterior cita, los resultados dejan un nuevo mapa de la influencia política y algunas conclusiones interesantes para lo que nos ocupa, la propaganda electoral. Que se resumen en: la penuria creativa, el limitado uso de Internet y la preeminencia de mensajes en clave nacional y no europea.
La ley electoral restringe la emisión de spots de propaganda a los espacios gratuitos en la televisión pública durante las dos semanas que dura la campaña, y –en estos comicios- casi siempre en horarios de mínima audiencia. Esto disuade a los partidos de invertir en campañas audiovisuales, lo cual es un alivio para sus presupuestos, pero deja un pobre balance en los materiales a analizar.
El páramo creativo
Puestos a producir anuncios que casi tendrán más audiencia en los mítines que en los bloques televisivos irrelevantes en los que se emitirán, algunos partidos se limitan a cubrir la papeleta con spots de rótulos animados e imágenes de librería o del archivo propio. Lo hizo el Partido Popular con su spot principal (“Lo que está en juego”), Piratas (“Si votas a Piratas te votas a ti mismo”), Iniciativa per Catalunya (“Ernest Urtasun”), Partido X (“Vota X ti”) o EH Bildu (“El voto que les duele”).
Muchos partidos ni siquiera cuentan con una agencia o una productora que se encarguen de sus campañas, por lo que se ocupan de ellas con medios internos.
Los otros dos recursos favoritos para salvar el compromiso de presentar un anuncio son los testimoniales y las alocuciones de los candidatos.
La primera táctica la vimos en spots del Partido Socialista (“Tú mueves Europa”), Izquierda Unida (“El poder de la gente”) o el Bloque Nacionalista Galego (“Corazón na Galiza, futuro na terra”), entre otros.
El segundo recurso consiste en algo tan simple como llevar al candidato a un set o una ubicación atractiva y grabarlo mientras lanza su idea principal en un breve discurso. Este concepto, que puede ser el cierre del spot de la mayoría de campañas, se convierte en la parte principal en los de partidos como Convergència i Unió (“Guanyem-nos Europa”), Esquerra Republicana de Catalunya (“Comencem el nou país”) o Coalición Canaria (“Exigente por Canarias”).
Con algo más de inspiración, se puede añadir un enfoque dramático (Movimiento RED presentando a Elpidio José Silva), reflexivo (Chunta Aragonesista mostrando a Ángela Labordeta tomando notas en un bar) o sugerir que el candidato está activo en el territorio (el Partido Nacionalista Vasco haciendo que Izaskun Bilbao camine hacia nosotros mientras va cambiando el fondo).
A veces ni siquiera hace falta que los candidatos reciten a cámara sus propuestas, como en los casos de Unión Progreso y Democracia (“La unión hace la fuerza”) y Anova (“É a hora do pobo”), donde estos aparecen arropados por los militantes.
Otro ejemplo, más creativo, es el vídeo preelectoral de ERC en el que Josep-Maria Terricabras mantiene un diálogo multilingüe con un grupo de jóvenes: la idea de que “A Europa ens entendrem” queda expresada de forma potente.
Este último era un spot para Internet, pero en televisión también se vieron ejemplos de cómo los partidos podían transmitir su mensaje con originalidad. Y en muchos casos, el ingenio suplía la falta de medios: como las historias de dibujos animados de Equo, en las que unos niños critican con ironía el mundo de los adultos; o el chatarrero que saca de la circulación a políticos y banqueros en el spot del Partido Humanista.
Otras secuencias sencillas para exponer un punto de vista fueron el anuncio de Escaños en Blanco, en el que el candidato Luis Prado García se levantaba de una silla como representación del gesto de rebelión propugnado por su lista; el de Compromís enfatizando el drama de los jóvenes obligados a emigrar para encontrar oportunidades; el de MSR donde un exprimidor de naranjas simboliza los recortes obligados por las instituciones internacionales; el de Ciudadanos exponiendo la posibilidad de un cambio a partir de la escena de un anciano que acude ilusionado a las urnas; o el del PACMA en el que la víspera de la votación una joven sueña con las torturas que padecen los animales.
Internet y el fenómeno de Podemos
Hasta aquí hemos repasado los spots principales de la campaña para las Elecciones Europeas, un recorrido por lo más anodino y sus pocas excepciones. El contraste lo encontramos en Internet.
En la Web y las redes sociales es donde se fraguó parte del éxito de Podemos, la sensación política del 25-M (el partido no atendió las peticiones de TV Anuncios para una entrevista). Esta nueva formación, fundada cuatro meses antes de las elecciones, con los cinco diputados que ha conseguido en el Europarlamento ha provocado un terremoto en el sistema político español. Los partidos tradicionales ven amenazada su hegemonía.
¿Cómo se construyó el fenómeno de Podemos? Ideológicamente, con un discurso de ciudadanos versus oligarquía en vez de usando la distinción izquierda-derecha, y atendiendo el sentimiento de hastío hacia la clase política que había eclosionado durante el 15-M. Y comunicativamente, aprovechando la televisión e Internet con una habilidad insólita.
La televisión ha sido la plataforma de promoción de su número uno Pablo Iglesias, politólogo que durante 10 años practicó las técnicas de persuasión de los tertulianos mediáticos presentando en una cadena local su propio programa, “La tuerka”.
E Internet ha servido a Podemos, más que para difundir sus mensajes, para estimular la participación de sus electores. Mediante la interacción en las redes digitales decidieron el contenido del programa electoral y votaron la lista de candidatos. En Twitter superaban los 127.000 seguidores tras las elecciones (ahora son casi 300.000).
Pero hay otros partidos que también aprovechan los recursos de Internet para dar a conocer sus mensajes. Un ejemplo paradigmático es el PSOE que consiguió 800.000 reproducciones de su vídeo “Empieza a recuperar tus derechos”. En él, mujeres embarazadas veían su vientre pintado de azul, aludiendo a la reaccionaria ley sobre el aborto aprobada por el gobierno popular.
Por otra parte, el PP es un caso de partido que reserva para Internet mensajes más atrevidos que los televisivos. Su spot “Una vez en la vida” ironizaba con gran creatividad que el gobierno de los socialistas es un mal trago por el que hay que pasar casi de forma obligada, como si se tratara del sarampión, pero que una vez superado llega el momento de elegir políticas más serias.
En la Red destacó asimismo la serie de spots de Izquierda Unida: con una producción sencilla y vídeos muy cortos transmitían los distintos temas de su programa.
Elecciones ¿europeas?
Pese a que los comicios del 25-M eran al Parlamento Europeo, algunas formaciones los entendieron en clave nacional, quizás guiados por encuestas que les señalaban el apego de los electores.
De hecho, la mayoría de los spots electorales exponen cómo cada partido pretende defender los intereses de un territorio en la cámara europea. Pero algunos anuncios excedieron ese enfoque hasta parecer que lo que estaba en juego eran escaños al Congreso de los Diputados.
Uno de esos casos fue la campaña de Vox: su candidato Alejo Vidal-Quadras habla de la crisis española, de los recortes en España, del tamaño de la Administración española… pero no hace ni una sola mención a Europa.
Y como anécdota, sirva un detalle: la propaganda electoral del PP en televisión no mostró en ningún momento a su candidato, Miguel Arias Cañete. Un ejemplo que confirma que la campaña no estaba planteada desde una perspectiva europea, sino española.
Vea otros especiales electorales de TV Anuncios:
- Análisis de la propaganda electoral en Internet (2013).
- Elecciones Autonómicas de Catalunya 2012.
- Elecciones Autonómicas de Euskadi y Galicia 2012.
- Elecciones Autonómicas de Andalucía y de Asturias 2012.
- Elecciones Generales de 2011.
- Elecciones Autonómicas y Municipales 2011.
- Elecciones Autonómicas de Catalunya 2010.
- Elecciones Europeas 2009.