El rap de las palabras olvidadas

Proximity introduce su proyecto de Palabras Olvidadas en la educación, lanzando un rap que nos enseña el significado de varios de estos términos

El rap de las palabras olvidadas


A principios de este año Proximity abrió su “Tienda de Palabras Olvidadas”. Este proyecto quiere combatir el empobrecimiento de la lengua, proponiendo de manera creativa que recuperemos en nuestro lenguaje cotidiano el uso de términos en desuso. Ahora esta iniciativa adquiere una nueva dimensión, con una campaña enfocada en la población adolescente.

¿Y qué mejor manera de alcanzar este target que mediante un rap? Este género de la música rimadora se ha erigido en la demostración de que los más jóvenes también pueden exprimir la riqueza de nuestra lengua.

Los jóvenes sólo utilizan 240 de las 94.000 palabras que tiene el diccionario español, según un alarmante estudio de la Fundéu BBVA. Puede que tan descomunal exageración (“colega”, “macho”, “titi”, “tete”, “tío” y “menda” serían el 2,5% de todo su vocabulario) sea sólo una forma de llamar la atención ante dicha problemática, pero ahora les toca a ellos demostrar su habilidad juntando letras.

Lo han hecho con una canción que un profesor de secundaria rapea junto a sus alumnos en el spot lanzado para su difusión en Internet. En casi estricto orden alfabético, emplean varias palabras que han salido del uso cotidiano, como mamotreto, manjar, triquiñuela o turulato.

La elección del rap como formato no es casualidad. “Tal y como resaltan varios estudios, la forma de expresión rítmica del rap facilita la retención, de la misma forma que lo hacían las mnemotécnicas utilizadas antaño, por ejemplo, para memorizar las preposiciones”, explica la agencia en una nota. “Asimismo, el rap permite vincular los contenidos lectivos a la vida actual con temas que los estudiantes conocen”.

El tema lo ha compuesto el rapero El Mora en colaboración con Proximity. Según la agencia, estas rimas pueden contribuir a incrementar el vocabulario de los jóvenes hasta un 18%.

La canción estará a disposición de más de 4.500 escuelas e institutos de toda España. También se les ha facilitado un cuaderno electrónico de ejercicios con palabras en desuso.

“Otra de las virtudes del rap es que invita a la reflexión y despierta el sentido crítico”. Y en eso no se queda corto el tema del spot, que habla abiertamente de asuntos de actualidad (la corrupción, los pactos políticos), que viven los jóvenes en su día a día (la sexualidad, las fiestas) y valores educativos (el rechazo a las drogas, los anticonceptivos).

Con esta nueva iniciativa, Proximity no se conforma con concienciar sobre el empobrecimiento de la lengua y pasa a la acción sobrepasando los límites de la comunicación e interfiriendo en una de las causas del problema, la educación. Contribuyendo con su rap a que las palabras en desuso calen de verdad en las generaciones futuras y sigan vivas por muchos años más.


Este es el copy completo del spot:

“Dicen que los jóvenes utilizan sólo 240 palabras de las 94.000 que tiene el diccionario.

Este rap ha sido creado con fines pedagógicos. Su letra contribuye a incrementar un 18% su vocabulario. En caso de duda consulta el diccionario.

Pero bueno, ¿a qué viene tanto alboroto?

Alboroto: es lo que montan en la junta de vecinos.

Adefesio: el que no moja en una disco ni a las cinco.

Inteligencia y los Siamesers son ejemplo de amalgama.

Hay gente tan viciada al móvil que si pudiera lo adama.

Batiburrillo: como España, una mezcla frutos secos.

Baladí: son los garbanzos, catalanes para el resto.

Bribón: el “pichacorta” que nunca invita a una ronda.

Bravucón: cuando vacila de tener una anaconda.

Córcholis: si ves en el juzgado a una princesa.

Cáspita: lo que dices si al final acaba presa.

Cuchipanda: irse de tapas, el deporte nacional.

Los hombres del viceversa, poto al verlos cortejar.

Díscolo: quien opina que estudiar mucho es fantástico.

Encamarse: cuando pillas a tus padres es traumático.

Entelequia: irse de casa antes de cumplir los treinta.

Fetén: que de milagro te devuelvan en la Renta.

Gentileza: por ejemplo, un “tospedo” de ascensor.

Guirigay: canis y chonis haciendo botellón.

Hecatombe: pues quedarse sin papel en el lavabo.

Indómito: si eres virgen, lo que viene siendo el nabo.

Jarana: fiesta loca si el profe se va de clase.

Jocoso: cuando vuelve y alguien se cuesca al sentarse.

Lechuguino: un niñato en la disco con las nenas.

Laminero: en Instagram ver una amiga que está buena.

Mamotreto: el móvil chungo que heredaste de tu padre.

Manjar: un huevo frito que al mojarlo es un desmadre.

Si te ofrecen farla, coca, pollo… diles que nanay.

Ñiquiñaque: el niño rata que te grita por la Play.

Onírico: una ley aprobada por consenso.

Paparruchas: las excusas cuando se aprueban por huevos.

Pantomima: cada día, a todas horas, el Congreso.

Patatús: me dará uno si un corrupto acaba preso.

Quedo: como quedo por mucho que nos hurten.

Retahíla: un ejemplo… Taula, Púnica y la Gürtel.

Sopapo: lo que sueñas con darles del revés.

Sino: presidentes que nunca sepan inglés.

Taciturno: como estás en la comida de Año Nuevo.

Tarambana: “to burlao” con tus colegas de perreo.

Triquiñuela: de camino a casa dos chicles de menta.

Turulato: cuando en Facebook a tu propia madre aceptas.

Ubérrimo: los selfies, que los haces a montones.

Vástago: si quieres evitarlo usa condones.

Yugo: cuando firmas un contrato permanencia.

Zoquete: lo que viene siendo ser tonto en esencia.

Este videoclip ha sido íntegramente grabado con alumnos reales en uno de los 4.500 institutos que, gracias a este proyecto, hoy ya tienen a su disposición contenido didáctico sobre las #PalabrasOlvidadas del castellano”.


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