Los asexuales también usan la cama

Deje su opinión

26 de abril de 2016

Flex da voz a los asexuales, personas que no sienten interés por el sexo, en esta provocativa campaña que ha creado Sra. Rushmore

Según la publicación estadounidense Medical Daily, hoy en día existen más de 70 millones de asexuales en el mundo. En una sociedad en la que se presupone que el sexo es una de las mayores prioridades de las personas, los asexuales demuestran que esto no tiene por qué ser así, en la campaña de Flex “La noche es nuestra”, que firma Sra. Rushmore.

La iniciativa reivindica la libertad de cada uno en su relación con la cama. “Antes el sexo era pecado y ahora parece que el pecado es que no te guste”, expresa en el spot uno de los testimonios.

Flex ha dado voz a cuatro asexuales confesos que explican en el spot porqué prefieren utilizar la cama para otras cosas. En el anuncio aparecen algunas de las figuras más públicas de la asexualidad, como el lucense Javier León (autor del libro “Asexualidad: ¿se puede vivir sin sexo?” y la gijonesa Lucía Lietsi (que ha publicado “Diario de una asexual”) y también testimonios desconocidos, como los jóvenes Miriam Herrera y Pablo Ortiz (de Salamanca y Barcelona, respectivamente).

Todos cuentan en primera persona porqué no están interesados en el sexo y prefieren utilizar su cama para hacer otras cosas.

La campaña está en el aire desde el 21 de abril y cuenta con ejecuciones para televisión, gráfica e Internet. El spot lo ha filmado la realizadora Diana Kunst para Garlic Films. Por parte de Sra. Rushmore, Xisela López ha sido la responsable creativa.


Este es el copy del spot:

–A mi el sexo no me interesa. No es tener algún tipo de trastorno o una enfermedad, es simplemente un gusto.

Antes el sexo era pecado y ahora parece que el pecado es que no te guste.

–No me gustan ni las chicas ni los chicos.

–Los asexuales no vemos al resto de personas como una fuente de placer. Normal es todo aquello que nos hace sentir a gusto y bien con nosotros mismos.

–Nos enamoramos románticamente, nos sentimos deseados. A mí me gustaría que la gente se sintiera libre y si lo que sienten es amor en libertad, pues que practiquen el amor en libertad sin ningún condicionante.

–La cama es el último bastión de libertad que nos queda.

En Flex pensamos que en su cama todo el mundo puede hacer, o no hacer, lo que le dé la gana. Porque la noche: la noche es nuestra.