Lo bueno y lo malo de estrenar coche
|
20 de mayo de 2016
|
¿Para qué quieres un coche? Se pregunta Škoda en la campaña creada por Proximity Barcelona y que se lanzó hace un mes. Ahora estrena un nuevo capítulo en el que nos ofrece una posible respuesta: para estrenarlo.
Es decir, para ensuciarlo. O mejor dicho, para evitar que nos lo ensucien, para alargar el máximo tiempo posible la gratificante sensación de estar sentado en un coche recién salido de la factoría.
Esto es lo que le sucede al protagonista del nuevo spot, un hombre embelesado por su flamante vehículo pero consternado porque ha recogido de la playa a sus amigos y ya se teme lo peor: que le llenarán de arena las alfombrillas, de migas la tapicería y de huellas los cristales.
La angustia del conductor se refleja en la reprimenda que dirige a uno de los miembros de la pandilla: “¡que no me toques el plastiquito!”, refiriéndose al celofán protector de la pantalla del ordenador de a bordo.
Esta frase “resume a la perfección el estado neurótico-paranoico al que nos vemos arrastrados cuando estrenamos algo valioso”, apunta la agencia en una nota. “Estado que se multiplica por mil si ese algo es un flamante coche nuevo”.
Pero según Škoda, ¿para qué quieres un coche si no es para vivirlo? Este insight es la base de la nueva campaña de la marca de automoción, que forma parte de su reposicionamiento nacional iniciado hace un mes con “El flechazo”.
Con ella, la marca nos quiere recordar que el valor de un coche es el de todas las experiencias importantes que vives en él, huyendo así de cualquier mensaje pretencioso. “Por eso, los coches de Škoda están pensados para aguantar todas las vicisitudes de la vida”.
La campaña arrancada el 9 de mayo lleva por título “El estreno”. Tendrá presencia en televisión, con un spot grabado por el realizador Carles Lázaro y la productora Oxígeno; así como en radio y el medio digital.